Fuentes:
DisoPress: http://disopress.com/gallery.php?mode=all&id=OTExMTEzMWU2ZjI5Nzc=&page=1Comité de Solidaridad con Rojava y el pueblo kurdo:
https://comitesolidaridadrojava.wordpress.com/2015/02/08/protesta-en-sol-en-solidaridad-con-rojava-y-contra-la-represion-del-pueblo-kurdo-rojavaresiste-vdisopress/
Protesta en Sol en solidaridad con Rojava y contra la represión del pueblo kurdo
Madrid, 7 de febrero de 2015. El Comité de Solidaridad con Rojava y el Pueblo Kurdo ha convocado esta tarde concentraciones en Madrid, Barcelona, León, Tarragona y Valencia, para “denunciar y visibilizar la represión a la que, desde hace años, está sometido el pueblo kurdo por parte de los gobiernos sirio, turco, iraní e iraquí” que, aseguran, “niegan sistemáticamente la identidad y el derecho de autodeterminación de un pueblo que vive dividido por las fronteras de estos cuatro estados”.
Con la protesta, que en Madrid ha sido en forma de concentración en la Puerta del Sol, han querido además mostrar su solidaridad con Rojava, una región del Kurdistán Oeste situada dentro de las fronteras sirias y reconocida hoy como ‘región autónoma de facto’ donde, denuncian, el pueblo kurdo lleva meses haciendo frente al avance del Estado Islámico (EI) “en solitario”.
La población kurda de Rojava y, más concretamente la de la ciudad de Kobanê, en la frontera turco-siria, ha estado asediada durante más de cuatro meses por las tropas del EI. Durante todo ese tiempo, “tanto la población civil como sus organizaciones políticas y militares han estado pidiendo ayuda internacional a nivel armamentístico y humanitario, pero no han recibido nada”, protesta Mazlum, ciudadano de origen kurdo y miembro del Comité de Solidaridad con Rojava. “Como si la amenaza de los asesinos del EI sólo fuera un problema del pueblo kurdo”, añade. En consecuencia, explica Mazlum, los hombres y mujeres que integran la autodefensa kurda han tenido que resistir el asedio en “inferioridad de condiciones”, “sin recibir refuerzos ni ayuda exterior” y “sin posibilidad de refrescar sus tropas”. “Ni siquiera se ha permitido a los miles de civiles que hay en la frontera abandonar la zona de guerra”, denuncia.
Lo dice refiriéndose al gobierno turco, que se ha negado a permitir el tránsito de la población kurda por su frontera, en cualquiera de las direcciones, pero que, asegura, sí ha permitido la circulación de los asesinos del EI.
Desde el Comité de Solidaridad con Rojava y el Pueblo Kurdo van todavía más allá al afirmar que “la agresión del EI en la zona ha estado favorecida e influenciada por los gobiernos de Turquía e Irán”; que son estos gobiernos, junto a los de Qatar y Arabia Saudí, quienes están detrás del Estado Islámico y quienes “financiaron y armaron a los precursores del EI en Siria, con el objetivo de facilitar el exterminio del pueblo kurdo”.
Es por eso que, ahora que la ciudad de Kobanee ha logrado detener al Estado Islámico –la ciudad fue liberada el pasado 26 de enero tras 135 días de asedio– gracias, insisten, a organizaciones como las YPG (Unidades de Defensa del Pueblo) y las YPJ (Unidades de Defensa de las Mujeres), exigen al gobierno turco “la apertura inmediata de un corredor humanitario” que permita “el tránsito bidireccional de la población kurda por la frontera turco-siria”, así como “el suministro de ayuda humanitaria a la población civil que se ha visto desplazada por la guerra del EI”.
A esta petición añaden otras como el fin de las agresiones contra el pueblo kurdo por parte, no sólo del Estado Islámico, sino también de los estados turco, sirio, iraní e iraquí, así como el fin de la “agresión mediática” de los medios de comunicación occidentales que, protesta Mazlum, “sólo hablan de la resistencia kurda contra el EI con la boca pequeña” y que “han demonizado la experiencia de confederalismo democrático” que se puso en marcha en Rojava tras el comienzo de la guerra civil en Siria.
Exigen además, la puesta en libertad de los presos políticos kurdos y, en concreto, la del líder del PKK (partido de los trabajadores del Kurdistán), Abdullah Öcalan, y la retirada del PKK de la lista de grupos terroristas de la Unión Europea y de Estados Unidos.
Con la protesta, que en Madrid ha sido en forma de concentración en la Puerta del Sol, han querido además mostrar su solidaridad con Rojava, una región del Kurdistán Oeste situada dentro de las fronteras sirias y reconocida hoy como ‘región autónoma de facto’ donde, denuncian, el pueblo kurdo lleva meses haciendo frente al avance del Estado Islámico (EI) “en solitario”.
La población kurda de Rojava y, más concretamente la de la ciudad de Kobanê, en la frontera turco-siria, ha estado asediada durante más de cuatro meses por las tropas del EI. Durante todo ese tiempo, “tanto la población civil como sus organizaciones políticas y militares han estado pidiendo ayuda internacional a nivel armamentístico y humanitario, pero no han recibido nada”, protesta Mazlum, ciudadano de origen kurdo y miembro del Comité de Solidaridad con Rojava. “Como si la amenaza de los asesinos del EI sólo fuera un problema del pueblo kurdo”, añade. En consecuencia, explica Mazlum, los hombres y mujeres que integran la autodefensa kurda han tenido que resistir el asedio en “inferioridad de condiciones”, “sin recibir refuerzos ni ayuda exterior” y “sin posibilidad de refrescar sus tropas”. “Ni siquiera se ha permitido a los miles de civiles que hay en la frontera abandonar la zona de guerra”, denuncia.
Lo dice refiriéndose al gobierno turco, que se ha negado a permitir el tránsito de la población kurda por su frontera, en cualquiera de las direcciones, pero que, asegura, sí ha permitido la circulación de los asesinos del EI.
Desde el Comité de Solidaridad con Rojava y el Pueblo Kurdo van todavía más allá al afirmar que “la agresión del EI en la zona ha estado favorecida e influenciada por los gobiernos de Turquía e Irán”; que son estos gobiernos, junto a los de Qatar y Arabia Saudí, quienes están detrás del Estado Islámico y quienes “financiaron y armaron a los precursores del EI en Siria, con el objetivo de facilitar el exterminio del pueblo kurdo”.
Es por eso que, ahora que la ciudad de Kobanee ha logrado detener al Estado Islámico –la ciudad fue liberada el pasado 26 de enero tras 135 días de asedio– gracias, insisten, a organizaciones como las YPG (Unidades de Defensa del Pueblo) y las YPJ (Unidades de Defensa de las Mujeres), exigen al gobierno turco “la apertura inmediata de un corredor humanitario” que permita “el tránsito bidireccional de la población kurda por la frontera turco-siria”, así como “el suministro de ayuda humanitaria a la población civil que se ha visto desplazada por la guerra del EI”.
A esta petición añaden otras como el fin de las agresiones contra el pueblo kurdo por parte, no sólo del Estado Islámico, sino también de los estados turco, sirio, iraní e iraquí, así como el fin de la “agresión mediática” de los medios de comunicación occidentales que, protesta Mazlum, “sólo hablan de la resistencia kurda contra el EI con la boca pequeña” y que “han demonizado la experiencia de confederalismo democrático” que se puso en marcha en Rojava tras el comienzo de la guerra civil en Siria.
Exigen además, la puesta en libertad de los presos políticos kurdos y, en concreto, la del líder del PKK (partido de los trabajadores del Kurdistán), Abdullah Öcalan, y la retirada del PKK de la lista de grupos terroristas de la Unión Europea y de Estados Unidos.
FOTOGRAFÍAS REALIZADAS POR EL COLECTIVO BARAJAS ZONA ESTE DURANTE LA CONCENTRACIÓN
HONOR Y GLORIA A LOS COMBATIENTES
VIVA LA LUCHA DEL PUEBLO KURDO
VIVA EL MLKP
VIVA PKK
VIVA LAS YPG
VIVA LAS YPJ
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